A veces cuando pensamos en todo lo que nuestro ser nos permite percibir, lo primario son las sensaciones, aquellas que entran por nuestros sentidos, lo que vemos, olemos, tocamos, oímos, probamos… cuando esas sensaciones se impregnan en nuestro ser y comienzan a mover algo más profundo se tornan en emociones. Si esas emociones se tornan más fuerte por los elementos que lo engrandecen y parecen cegarnos, nos llenamos de hormonas y alegría, entonces pensamos que es AMOR. M ar de emociones interpretadas como amor, pero ¿qué es el amor? De acuerdo a una de las acepciones de la RAE es el “Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser” [1] . En este apartado comenzamos con algunos temas, porque el amor no es exclusivo a una pareja, también lo hay fraterno, parental y podría mencionarse un indeterminado número de tipos de amor, porque la gama de insuficiencias, necesidades y ausencias es sumamente alta. O
Por Oliver Juan Mohedano G uías de la ciudad nos permiten conocer recovecos enclavados en nuestra ciudad como el siguiente: una pequeña iglesia, una fuente rústica de similar tamaño y un entramado de calles (todavía empedradas algunas) por el que difícilmente cabría un vehículo de dimensiones mayores a una pick up , y una gran carga cultural en pequeños callejones que conducen al mismo lugar, en este caso el centro de “La Romita”. Aquí se veía a los niños jugando en las calles en los ochenta y noventa, incluso los tempraneros dos mil, y que al día de hoy lucen semivacías -en gran medida gracias a la tecnología y la escasa seguridad en la ciudad-. La Romita conserva casas pequeñas y algunos edificios antiguos, pero en hoy también encontramos a la entrada, por ejemplo en la calle Durango, un complejo habitacional que cambia el panorama, departamentos que denotan un estilo de vida y un nivel socioeconómico distintos de los habitantes de este barrio originario, (uno de los dos barrios orig