Dx y Tx

Una operación, con ello comienza esta historia. Nunca me habían operado y sin embargo sabía que esa operación me la tenía que hacer desde adolescente; nunca había podido, ya fuese por desidia, por falta de información, tiempo o por falta de dinero. 

Ya tengo 42 años, justo unos días antes de que me operaran los cumplí.

Al iniciar la pandemia estaba por cumplir los 40 años. Pensaba que por el rango de edad debería de ya realizarme exámenes y estudios de rutina, como el de próstata, por ejemplo.

Pasó el tiempo y justo hace unos meses comencé con algunas molestias de aquello que yo sabía debía haber sido operado hace ya muchos años, pero en circunstancias poco usuales, vamos, como nunca pasó antes... Así que decidí ir al especialista y sí, me dijo lo que ya sabía: tenía que hacer una intervención; pero además me realizó un ultrasonido, como una revisión de rutina y ¡zaz! encontró algo que yo ni siquiera sabía que existía. Pero para poder corroborarlo, me mandó a hacer un ultrasonido ya con otras características y (no ¡ZAZ! ¡no!) ¡PUM! ¡Qué descubren que no era una, sino dos de esa cosas, una del lado izquierdo y otra del derecho en segundo y tercer grado respectivamente, por lo que hasta el laboratorista me dijo: "Hay que operar".

Y sí, acudí con el médico y corroboró el diagnóstico y tratamiento, por lo que me dio costos y dado lo anterior me contacté con el seguro de gastos médicos mayores que tengo contratado a través de la empresa para la cual trabajo pues una de esas operaciones es una exclusión para el seguro, pero, hallé una exclusión de la exclusión y pues por ahí le dí.

Dado lo anterior y en cuanto el SGGM me confirmó que podría hacer uso del mismo para las operaciones, llamé al Doc., y fue como "Me opero en un par de días".

De acuerdo a la charla inicial era una operación ambulatoria, entraría y saldría el mismo día y en un par de días me podría presentar a trabajar; pero no fue así... El hecho de que fueran tres intervenciones hizo que me quedara un día más en el hospital, pero además que tuviera una incapacidad por 21 días. 

Y vaya, esa incapacidad termina ya, pues me tengo que presentar a trabajar, y aunque todavía no puedo caminar bien, sí estoy mucho, pero mucho mejor y más funcional de lo que estaba el 12 de abril por la tarde. Es cosa de reincorporarme y no hacer ningún esfuerzo. 

Estoy bien, tengo una estúpida sensibilidad como nunca y me trato de echar porras. Lo bueno es que mañana trabajo, pero descanso pasado mañana y el día después de pasado mañana (aunque creo que al gerente de mi centro de trabajo eso no le hará mucha gracia, tal como me lo hizo sentir con las por lo menos diez llamadas de acoso para saber porque no estaba en mi centro de trabajo aún cuando estaba en quirófano, o cuando exigía el documento de la incapacidad a un familiar sin que yo saliera del quirófano y pudiera acudir por ella) (¿Acoso?, ¿dije acoso? Sí, eso es lo que me hace sentir muy particularmente).

Bueno, retomando en lo importante:

¡Estoy bien! ¡Salí bien de las intervenciones!

Mi experiencia de llegar al hospital el 11 por la noche, fue como llegar a un resort... Kit de bienvenida, folders con información, control de TV, alimentos (all inclusive), medias para la circulación, bata, toallas, amenities en la habitación, ropa de cama para mi familiar y un montón de monerías más.

La verdad es que todas las enfermeras se portaron maravillosamente conmigo y me trataron como rey, además que me atendían con una amabilidad impresionante. Fueron de verdad unas mujeres excepcionales y profesionales absolutas.

Ellas, las enfermeras, fueron por mí a las 7 de la mañana y entré al quirófano a las 8. De ahí, subí a la habitación alrededor de medio día, o la una, yo creo, y sí, hay una foto al salir de cirugía: 

Pero salí bien, con muchos ánimos, tanto que al poco rato ya estaba yo listo para pasar alimentos y vaya que ¡Qué hambre! :D 

En el caso de los médicos de guardia que hacían sus rondines, salvo una que parecía preguntar haciéndome un favor por interesarse en mí, todos los demás fueron super amables y atentos, tanto ellos como ellas se portaron increíble conmigo.

En cuanto a los médicos que me atendieron, desde la anestesióloga que me dio la confianza previo a entrar a quirófano como los que me operaron, fueron unos angelotes (al menos no recuerdo lo contrario, caí por la anestesia). Hoy día sigo en recuperación y el proceso será largo, pero poco a poco espero poder recuperar movilidad y entonces poder retomar la oportunidad de ser y hacer nuevamente, porque las excusas se volvieron parte de mi inactividad, pero era eso, excusa.

Agradecimiento especial al Doc. Alejandro González P. quien me brindó toda la información y atención para poder hacer el procedimiento, así como a mi médico familiar quien me ha dado seguimiento e información. 

Y bueno, sobre todo, también gracias a Julian, quien estuvo en el hospital conmigo, que incluso movió actividades y cosas que ya tenía programadas, por acompañarme.

Gracias a mi hermana que ha estado todo  el tiempo y me ha alimentado estos 21 días (y ya saben que eso no es cosa fácil ni barata :P ); gracias a mi Boxo que ha estado también ahí para hacerme feliz. Mi familia pues.

A mi padre, Jorge, que a  pesar de la distancia y de su propia historia en estos momentos, está atento de mi desarrollo y atención, como siempre.

Fanny, Mario, Tania, Fabi, Javi, Elba, Karen, Ángel, los dos Maus... y aquellos que se enteraron y que han estado al tanto, gracias a todos, de verdad.

Para finalizar, porque seguramente sucederá, ¿qué me pasó? ¡Meeeeh!, ni siquiera importa tanto como el hecho de que estoy bien, pero para cada uno de los géneros: Mujeres, cuídense mucho y estén atentas a cualquier cosa que no sea normal, acudan al médico; Hombres, sobre todo de mi generación y amigos cercanos, recuerden que llega una edad en la que un examen no está de más, quizá descubran cosas que no saben y sea oportuno tratar, pero más allá de eso, quizá sea una buena idea para conocerse más y mejor (como yo, que ni p.t. de qué era un varicocele pues ni siquiera sabía que eso existía).

♂ La vida es azul porque de pronto la vida te sorprende y te da avisos, tal vez es momento de escucharla y cambiar los hábitos para poder estar mejor.

♂ La vida es azul porque pasé de trompa de elefante a casco de soldado en un momento después de 41 años y es algo nuevo en la vida por descubrir.

♂ La vida es azul por los cielos, los mares, la familia y los amigos, cosas maravillosas que nos regala la vida.

♂ La vida es azul, así, llanamente.