Por Oliver Juan Mohedano
Guías de la ciudad nos
permiten conocer recovecos enclavados en nuestra ciudad como el siguiente: una
pequeña iglesia, una fuente rústica de similar tamaño y un entramado de calles
(todavía empedradas algunas) por el que difícilmente cabría un vehículo de
dimensiones mayores a una pick up, y una gran carga cultural en pequeños
callejones que conducen al mismo lugar, en este caso el centro de “La Romita”. Aquí
se veía a los niños jugando en las calles en los ochenta y noventa, incluso los
tempraneros dos mil, y que al día de hoy lucen semivacías -en gran medida
gracias a la tecnología y la escasa seguridad en la ciudad-. La Romita conserva
casas pequeñas y algunos edificios antiguos, pero en hoy también encontramos a
la entrada, por ejemplo en la calle Durango, un complejo habitacional que
cambia el panorama, departamentos que denotan un estilo de vida y un nivel
socioeconómico distintos de los habitantes de este barrio originario, (uno de
los dos barrios originarios documentados en la alcaldía Cuauhtémoc), que antes
era conocido como Aztacalco, y en pleno 2024 poco queda de eso y de su gente….
¡menos!
En los alrededores de la
Romita se encuentra la colonia Roma, misma que posterior al temblor de 1985
tuvo una baja considerable en su población debido al miedo y a los daños
generales; al paso del tiempo recuperó su brío y comenzó un crecimiento, pero
no solo de la gente que típicamente la habitaba, sino de personas que llegaron
de otros Estados y países. Al día de hoy es imposible caminar en la colonia y
no escuchar en cada calle y avenida, conversaciones en inglés, francés,
italiano, japonés o idiomas que incluso mi oído no está entrenado para
distinguir.
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Foto Alejandro Aguilar |
Neologismo:
GENTRIFICACIÓN, proveniente del vocablo inglés gentrification, y que en
ambos idiomas y en todo el mundo significa y representa exactamente lo mismo: Proceso
por el cual un lugar, particularmente una zona de la ciudad (o varias dentro de
una misma ciudad) sufre el cambio de ser un área de condición social regular a
un área más rica. La gentrificación implica la demolición de edificios y casas
viejas, reparación de ellas o construcción de nuevos edificios (principalmente)
y el desplazamiento de su población original por parte de otra de mayor poder
adquisitivo. De acuerdo al diccionario de Cambridge, la palabra gentrificación
es utilizada ahora con una connotación negativa, pero originalmente fue
considerada positiva.
Tenemos aquí una de las
dicotomías de la gentrificación: ¿beneficiosa o perjudicial? Y es que justo,
como todo en la vida, depende del lado en que te encuentres, el ejemplo de la
colonia Roma es uno de ellos, las rentas que antes eran accesibles para familias,
en 7, 8 o hasta 10 mil pesos por un departamento o pequeña casa en la zona, hoy
día es impensable encontrarlas, pues rondan arriba de 25 y 35 mil pesos
mensuales. Evidentemente muchas familias han tenido que dejar sus viejos
hogares y llegar a otras colonias de la periferia de la ciudad, pues la
gentrificación no afecta exclusivamente a la colonia en cuestión, la migración
interna genera cambios en las áreas a donde llegan aquellos desplazados, y así toda
la ciudad se ve alterada por el fenómeno. Mientras que para los dueños de
propiedades en buenas condiciones se convierte en algo benéfico, pues sus ingresos
se ven multiplicados al doble, triple o más, para aquellos que rentan o que van
al día se vuelve una pesadilla, pues los gastos como el predial o rentas se van
haciendo impagables.
Realmente permanecen
aquellos que pueden y están dispuestos a pagar dichas rentas, y las personas
que llegan a la colonia gentrificada encuentran un panorama renovado: mejor
iluminación, parques remodelados, eliminación (en su mayor parte) del comercio
informal y nuevos comercios acordes a la época y al nuevo perfil
socioeconómico: cafeterías de cadenas reconocidas (las del barrio van rezagándose),
restaurantes conceptuales o un menú internacional, haciendo que cambie todo al
nuevo perfil social, pero excluyendo al mismo tiempo a la mayor parte de la
población local. Impacta ello también en
los comerciantes, como queda documentado en el artículo presentado por
Excelsior desde 2016, “Habitantes de la Roma piensan esto de la gentrificación”,
donde desde hace 8 años expusieron gran parte del tema y en entrevista
publicada registran que los comerciantes indican aumentos en los costos, donde antes
un local se rentaba en siete mil pesos aproximadamente; pero al momento de la
entrevista rondaba los veintisiete mil pesos.
Focalizarlo en la colonia
Roma es un pretexto, pero no es exclusivo, pues zonas como Xoco con la
intervención del gran complejo Mitikah, Escandón y sus múltiples edificios de
departamentos, Centro histórico con las calles remodeladas y los comercios
atiborrados de gente en las calles de Regina, San Jerónimo y alrededores, Santa
Fé y ahora la inclusión del tren entre CDMX y Toluca, o el mismo Tepito con la
intención de llamarle ahora a la parte ribereña de Reforma el nuevo Reforma
Norte, e incluso la misma colonia Condesa en donde las calles del viejo Hipódromo
nos hacen creer que efectivamente te encuentras en otro país y lo que menos
escuchas es la lengua local, son solo algunos de los casos que tenemos por toda
la ciudad…
¿Intención de las
autoridades? Bueno, pues la ex jefa de gobierno firmó un acuerdo con la
plataforma de hospedaje Airbnb, y justo como publica El economista, “el precio
de renta de departamentos nuevos en La Condesa tuvo un alza anual de 15%, al
pasar de 30,000 pesos en el primer semestre del 2021 a 35,000 pesos durante el
mismo periodo del 2022. Actualmente, en calles como Amsterdam se ofertan
unidades por hasta 64,000 pesos mensuales.”,
y aunque estos datos parecen no ser alarmantes para el gobierno, el jefe de
gobierno que quedó a la salida de Sheinbaum, Batres, indicó alrededor de julio
de 2023 que habría una regulación para el negocio de alquiler de viviendas en
CDMX en un lapso menor a seis meses, de acuerdo a Forbes,
pero solo se tuvo una iniciativa presentada en noviembre de 2023 y de la cual
no ha pasado nada, así que podría pensarse que no hay intención… pero sí.
Casa, departamento, local
o lo que busques, solo resta encontrarlos en buenas condiciones en una colonia
tranquila en los alrededores de la ciudad para poder vivir a un precio
asequible, aunque eso representa alejarse del lugar de trabajo, del centro de
la ciudad o de aquellos lugares que son remozados por el gobierno, pero para sus
nuevos habitantes, en su mayoría nómadas digitales con ingresos en euros o
dólares y que pueden cubrir rentas de hasta ochenta y cinco mil pesos
mensuales.
Ahora, este debe ser un
tema a considerar en la búsqueda de un lugar para vivir, sin duda, o ver tus
sueños irse en cada renta o pago del impuesto predial, pues el impacto se da en
todos los sentidos en cuanto a vivienda: Si quieres construir se ha vuelto
sumamente caro, si quieres comprar una casa o departamento no lograrás
encontrar algo con por lo menos 50 m2 por menos de un millón y medio de pesos,
si corres con suerte y en zonas no tan céntricas. Y si tu plan es rentar,
entonces considera que hay departamentos en zonas periféricas de las alcaldías
de la ciudad en no menos de cinco mil pesos por una habitación en un
departamento pequeño. Pero además a pensar en otras consecuencias de la gentrificación
como el desabasto de agua, privatización de espacios públicos y todo por una
¿mejoría? Todo ello me lleva a pensar que la vida no siempre es azul, a veces
tiene un negro panorama ¿o usted qué opina?
♂ La vida es azul cuando vuelves a tomar la pluma y el papel para escribir.
♂ La vida es azul cuando ustedes me mandan algo de lo que quieran que hablemos.
***Todos los activos digitales fueron tomados de internet.
Un gusto leerte de nuevo. Respecto al tema, pienso que se debe encontrar un justo equilibrio, encontrar el mejor lugar acorde a nuestras posibilidades, en lo particular no le veo el caso a gastarse más del 50% del sueldo en una renta, aunque también hay que comparar con lo gastado en transporte debido a una renta menor pero más lejana del centro de trabajo, cuestión desde mi perspectiva de hacer números
ResponderBorrar¡Hola! Muchas gracias :) Sí, tienes mucha razón, la gente a veces pierde el norte, pero como bien mencionas, en ocasiones se tiene que sopesar, tiempo Vs. distancia Vs. inversión Vs. otros factores adicionales y un menor tiempo de traslado, puede resultar en un mejor descanso, aunque un mayor gasto... aunque ese tema de la migración interna justo no era tan abrumador, sino que en estas colonias donde se ha generado la gentrificación se ven obligados a desplazarse, entonces ahí sí, aunque quieras, no hay un punto de comparación entre las rentas "accesibles" de 8, 10 k, a una de 27 k... ¡son una grosería y aunque uno quisiera, no siempre se puede! En fin, ojalá supiera quien eres, pero no importa, te leo y te respondo con mucho corazón, gracias por leerme. :)
BorrarAmigo!!!!!! 1ra vez que entro a tu blog y es una grata sorpresa ver tu trabajo, es muy cierto la Colonia Roma es cara dímelo a mi que viví varios ahí pero también la gente que ahí vive la hace única, los comercios los lugares para comer originarios de la colonia y no tan extranjeros son una delicia, te invitaré luego a los burritos don Quique famosos ahi, sin embargo si cada día encontramos una afluencia mayor de extranjeros, creo yo la escencia de la gente originaria de esta zona sigue muy presente y no se hace menos, agarra fuerza se adapta a los nuevos tiempo y sigue ahí conviviendo con los nuevos tiempos y la nueva gente, que más puedo decir la colonia me gusta y la Roma es la Roma ☺️, un abrazo enorme amigo mio
ResponderBorrar¡Liliiiiiii! Mi querida Lilitz, primero que nada gracias por darte el tiempo y leerme, tómalo como la lectura del camión camino al trabajo.
BorrarEn eso tienes razón, pero es que hasta en ello, la gentrificación si bien afecta el área, aun en la misma colonia se ven diferencias, pues la zona con más afluencia y llegada de extranjeros y foráneos, es la Roma norte, lo puedes observar claramente en las plazas como Rio de Janeiro, Pushkin, y otras, así mismo con el desarrollo de negocios sobre Álvaro Obregón, incluso como lo menciono, en los alrededores de Romita, contrario a lo que sucede en Roma sur, donde por la cercanía con Narvarte ha quedado muy estable en cuanto población, los locales por ejemplo en ciertos tramos de Campeche o en la calle de Bajío no han sufrido tan drásticas transformaciones como en la parte norte. La ventaja de un barrio tan noble como la Roma es que su comunidad permea, y ha sido difícil desplazarlos, eso es algo bueno, pues habla de su identidad. Te entiendo, eras una gran habitante de la colonia, me queda claro que nos adaptamos y eso es muuuy bueno.
Te mando un abrazo enorme y confirmo, gracias por leerme. Échate un clavado a los otros escritos (son bien poquitos porque se hizo limpieza de algunos que ya no tenían mucho que ver, pero son buen sinceros). Besos y abrazos a la distancia. :) <3