Hace tantas
letras y tantos párrafos que no nos vemos por aquí, que a lo largo de esa expresión
bien podría hablar de kilos, de años, de experiencia, de deseos, y de tomas de
decisiones, entre otras. Todas esas cosas han pasado, y también es cierto que faltan muchas
tantas más por pasar o que no han sucedido, pero que desearía sí hubiesen existido. En todo caso me puedo arrepentir de cosas que no he llevado a cabo,
pero hasta este momento de ninguna manera de cosas que he hecho.
Quisiera hacer
un repaso de todo lo que ha acontecido en tantos años, muchos, muchos años.
Escribí de forma más o menos regular hasta 2013 y de ahí solo en dos ocasiones en
2016, de una experiencia que tuve cuando manejaba en una app de transporte y otra
cuando me cambiaron de sede en mi trabajo, de una plaza a otra.
En lo
general, solo diré (aunque quizá ya prácticamente todos aquí lo saben): desde
hace casi siete años trabajo en una empresa de telecomunicaciones. Si alguno lo
recuerda, después de trabajar en el proyecto de educación media, me costó mucho encontrar
un empleo y, afortunadamente para mí, alcancé a colocarme en la empresa en la
que estoy, y digo afortunadamente, porque por el rango de edad estaba en la rayita.
Algo que me
dio gusto entonces, es que hice proceso de selección para dos empleos, y en
ambos casos fui aceptado. Me decanté por la gran empresa, y fue una buena
decisión, misma que como conté arriba, ya me ha tenido en sus filas por todo
este tiempo. Ha sido un buen hogar para mí, y aunque sinceramente las ventas no
son mi fuerte, la atención a clientes sí, y eso ¡vaya que me encanta!
Sí, el trato
con las personas, intercambio de palabras, experiencias, chistes y hasta regaños
con los usuarios realmente me gusta. Mi México querido, si tan solo hiciéramos
lo más básico en una transacción, que es leer, todo sería tan diferente… (me
incluyo, por cierto, esa buena costumbre que malamente he cambiado por todas
las plataformas de streaming).
De las pocas
cosas realmente no tan buenas de mi actividad laboral actualmente, una de ellas
es el sedentarismo, y es que eso realmente cambió en mi vida. De tooooooooodas las
cosas que antes hacía (salir, caminar, leer, jugar rugby, basquet, scouts, escribir y
demás), hoy solo voy de casa a trabajo y a la inversa. Y sí, mi cuerpo lo sabe.
En lo general
todo ha marchado de bien a regular, hasta ahora con la suerte de que no sea tan
malo. Tengo un buen trabajo, mismo que me ha permitido vivir bien y transitar
esta situación de la pandemia que nos ha tenido así en este año. Tengo salud,
que en este momento es lo más importante sobre todas las cosas, y deseo poder
continuar así; porque algunas personas que conocía, padres y hermanos de gente que
conozco y personas de las que he sabido, han perdido la batalla contra esta enfermedad.
Mi situación sentimental
está en buenos términos (uno no sabe todo lo que la vida te va enseñando, entre
todo ello, que el amor no tiene una forma, manera ni dirección definida, mucho
menos duración o sentencia definitiva, así como tampoco que el amor es como la
energía: no se crea ni se destruye, solo se transforma, y el mío hizo un tirabuzón
impensable. - De esto quizá algún día cuente-).
Mis hermanos
se encuentran bien, todavía todos, hasta donde sé, y mi hijo ya está entrando a
la adolescencia, lo que me llena enormemente de gusto y satisfacción (este es
de esas enseñanzas del amor que la vida me ha ido dando también y he
descubierto que es el amor más grande que jamás he tenido y que seguramente nunca
jamás tendré -ojalá logre transmitirle eso a él, para que sepa lo que eso
significa-).
Mis amigos, sé
que algunos leerán esto, siguen unos cuantos, al pie del cañón, como yo con
ellos. Aquí va otra lección de vida: No todos se quedan eternamente, pero todos
son importantes para tu vida, total y absolutamente. Mi padre, es el gran ejemplo
de vida y a quien agradezco por su amistad, cariño y preocupación hacia mi persona
y ser, siempre. En fin, mencionar a todos sería una lista interminable y siempre
faltaría alguien, pero todos son únicos y maravillosos conmigo.
Creo que este
es simplemente un buen comienzo, un buen vistazo al día de hoy y creo que estas letras
marcan una diferencia con los textos de hace años… ahora técnicamente casi formo
parte del club de los 41, ¡algo he debido de haber aprendido de esta vida!
¡Gracias por
leerme, gracias por estar, por permanecer, por llegar y hasta gracias por partir!
Que la vida nos permita seguir leyéndonos, oyéndonos, viéndonos, amándonos, todos,
juntos, en mente y corazón.
♂♂
La vida es azul, porque no se detiene
y el tiempo no perdona y ese azul se va haciendo más intenso cada vez, pero más
hermoso y difícil de soltar.
♂♂ La vida es azul, porque siempre nos da la oportunidad de ser, de estar, de voltear y mirar el cielo agradeciendo por todo, a la vida, a Dios, a quien cada uno crea y desee.
Comentarios
Publicar un comentario
Ya no te hagas del rogar y escribe algo... total por lo menos una buena charla puede salir de esto.
Deja tus datos para saber con quién platico.